Carta Pastoral:
“Ay
de los que condenan el matrimonio de los clérigos.”
“Entonces dijo Yahweh Dios: No es bueno
que Adán este solo; le hare una ayuda semejante a él.” Gen 2,18
Hermanos
y hermanas en Cristo:
¡Paz
en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!
El
tema del cual les quiero hablar, es de suma importancia para la vida de TODAS
las iglesias, pero, es principalmente, un tema de SANTIDAD para los
clérigos y de edificación para los fieles, un tema ante el cual, debemos
meditar de rodillas en la presencia de Dios.
Este
mensaje no es solo para los clérigos (sacerdote, pastores, ministros,
evangelistas, misioneros, etc.), es un tema que afecta a todo el CUERPO MÍSTICO
DE CRISTO EL CUAL ES SU IGLESIA.
Cuando
Cristo estuvo en la cruz, Satanás deseaba destrozar su cuerpo, hacerlo pedazos,
pero había una profecía la cual decía: “NO
SERÁ QUEBRADO HUESO SUYO.” Jn 19, 36 (Cfr. Ex 12,46; Num 9,12; Sal 34,20)
Así
que Satanás decidió hacer pedazos el Cuerpo Místico de Cristo el cual es la
Iglesia y lo ha estado haciendo a través de los escándalos de muchos clérigos
de “la iglesia mayoritaria”, los cuales fueron obligados a ser célibes para
poder ser sacerdotes.
Podremos
pensar, “pero en mi iglesia si permiten que los clérigos nos casemos”, pero,
los escándalos cometidos “haya”, repercuten “acá”, ya que las personas
generalizan y dice: “Todos los clérigos son iguales”, y el nombre de Cristo y
la credibilidad de la Iglesia son pisoteados por los errores de ellos.
¿Qué
debemos hacer?
-
Orar por todos
aquellos clérigos que están bajo la tiranía diabólica y anti bíblica del
celibato.
-
Orar por los que
han cometido el horrible y asqueroso pecado de pederastia, para que se
arrepientan, Dios los perdone y cambien de vida.
-
Orar por las
victimas, las cuales han sufrido gravísimas heridas, tanto físicas,
espirituales y mentales.
-
Orar por “esa
iglesia”, para que se aparte de esa practica que va contra natura y que ofende
a Dios.
-
Y lo más
importante: Enseñarle a todas las personas lo que enseñan las Divinas
Escrituras, ya que:
-
“Padre santifícalos en la verdad, tu palabra es la verdad”. Jn 17,17
-
San Cirilo de Jerusalén
enseñaba: “No debemos creer en nada que no pueda ser demostrado y sustentado
por las Divinas Escrituras”.
-
Es por ello que
les ofrezco este breve y humilde escrito, esperando que sirva a la edificación
del pueblo de Dios y a la santificación de la Iglesia de Cristo:
“Pero el Espíritu dice claramente que en
los últimos tiempos algunos se apartaran de la fe e irán en pos de espíritus
engañadores y de doctrinas de espíritus malignos,
los cuales seducen con hipocresía y hablan mentira, porque tienen cauterizada
su conciencia. Prohíben casarse y hacen abstenerse
de alimentos creados por Dios para provecho y acción de gracias de los que
creen y conocen la verdad”.
1 Tim 4,1-3
“Pero es necesario que al obispo se le
encuentre irreprensible, marido de una sola esposa,
prudente, digno de respeto, disciplinado, hospitalario y apto para
instruir”. 1 Tim 3,2
“¿Acaso no
tenemos derecho a llevar con nosotros a una hermana
como esposa tal y como los demás apóstoles y los hermanos de nuestro
Señor, y como Pedro?
1 Cor 9,5
“Al llegar Jesús
a la casa de Simón, vio a la suegra de éste que
yacia en cama con fiebre, y al tocarle la mano, la fiebre la dejo, y
ella se levanto y los atendió”.
Mt 8,14-15
“Porque el
obispo sea irreprensible, marido de una sola esposa
y que tenga hijos creyentes, que no sean mal hablados, ni sirvan al
libertinaje”. Tito 1,6
“San Pablo escribió
para cerrar la boca a los herejes que condenaban el matrimonio, y para
demostrar que el matrimonio no solo es una cosa inocente pero también tan
honorable que se puede llegar a ser obispo casado”.
San Juan Crisóstomo, Homilía II, In Epis. Tito
“Si el pasaje de
Apocalipsis 14,4 se refiere a la virginidad del cuerpo y no de aquella del
alma, ¡Cuantos santos serian excluidos de esta gloria! Porque todos los apóstoles
exceptuando a Pablo y a Juan eran casados”.
San Ambrosio, Obispo de Milan s.IV. Homilía In IICor
7,11
“Quitad de la
Iglesia el matrimonio honrado, ¿y no la llenareis de guardadores de concubinas?”
San Bernardo s.
XI. Protestando de la orden de Gregorio VII ordenando el celibato de los
clérigos.
Si
eres un clérigo casado, dale gracias a Dios por ese don y da testimonio al
Mundo de lo que Cristo te ha entregado a través del Sacramento del Orden y del
Sacramento del Matrimonio.
Dios
Trino y Uno los bendiga y los guarde.
Desde
hoy todos los que formamos la familia de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de las
Américas estaremos orando por ti y por todos tus seres queridos.
¡¡¡Gloria
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!
Tu
hermano en Cristo:
Monseñor
+Atanasio
Obispo.