Hermanos nuestros:
Los invitamos a que eleven sus oraciones a nuestro Señor Jesucristo cuando sean atacados por tentaciones o por malignos espíritus:
- “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mi pecador”.
- “Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.”
Estados dos oraciones, hechas con Fe y humildad, a lo largo del día, atraen grandes bendiciones de parte de Dios a toda alma cristiana.
Pero no hay algo más grande que llevar una vida cumpliendo los Mandamientos de nuestro Señor Jesucristo, recibiendo los Santos Misterios (Sacramentos) y leyendo la Palabra de Dios (La Sagrada Escritura).
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